Representación artística del joven Fernándo Colón Vázquez pintando en una cueva un cometa sobre una tumba bajo la luz de un quinqué. Crédito: PHL @ UPR Arecibo
Representación artística del joven Fernándo Colón Vázquez pintando en una cueva un cometa sobre una tumba bajo la luz de un quinqué. Crédito: PHL @ UPR Arecibo
Presentamos esta simpática historia con motivo de la llegada del cometa C/2023 A3 (Tsuchinshan–ATLAS) en octubre de 2024
Un equipo de investigadores de la UPR de Arecibo ha documentado una obra fascinante del pasado en una cueva escondida al sur de Puerto Rico. ¡Y no, no es una leyenda cualquiera! Estamos hablando de un arte que se remonta a 1910, cuando el Cometa Halley pasó cerca de la Tierra, causando no solo asombro, sino también pánico en todo el mundo.
Dentro de esta cueva, se ha identificado un dibujo con el Cometa Halley sobre una tumba. ¡Así es! Este arte fue creado por un joven llamado Fernando Colón Vázquez, quien, como muchos en esa época, quedó fascinado (y tal vez un poco aterrorizado) por el paso del cometa. A través de métodos de investigación interdisciplinaria, los expertos de la UPR de Arecibo lograron no solo identificar al artista, sino también entender el contexto histórico y social en el que Fernando vivió.
Imagina vivir en 1910, cuando los periódicos hablaban de gases venenosos en la cola del Cometa Halley. ¡La gente pensaba que la humanidad podría extinguirse! Puerto Rico no fue la excepción. En aquella época, la isla era un mar de emociones, y muchos, como Fernando, buscaron refugio en lugares apartados, como esta cueva. El cometa, visible a simple vista en abril y mayo de 1910, iluminó el cielo con un espectáculo impresionante, pero también sembró el miedo.
La documentación de esta obra no sólo es importante desde el punto de vista histórico, sino también científico. Gracias a las técnicas modernas, como el escaneo lidar, los investigadores han podido estudiar también la cueva en tres dimensiones, revelando detalles fascinantes del lugar y su relación con el evento cósmico. ¡Es como si Fernando nos hubiera dejado un mensaje codificado sobre lo que sucedió hace más de un siglo!
Para los expertos, esta cueva es una ventana al pasado. Nos permite comprender cómo un fenómeno astronómico pudo influir tanto en la vida de las personas de esa época. La obra de Fernando, a pesar de estar escondida en una cueva, ha salido a la luz para recordarnos que, aunque temamos lo desconocido, siempre encontramos formas creativas de procesar nuestros miedos.
Este hallazgo es solo el comienzo de lo que promete ser una investigación emocionante. ¿Qué más nos revelará esta cueva? ¡Solo el tiempo lo dirá! Pero una cosa es segura: la próxima vez que veamos un cometa en el cielo, no sólo lo admiraremos, sino que también pensaremos en Fernando y en su legado artístico, escondido en una cueva de Puerto Rico.
Notas
El estudio científico contiene más detalles sobre esta investigación, incluyendo fotos en la cueva. Está disponible en ArXiv y fue sometido a la Revista para la Historia y Herencia Astronómica.
Hemos reservado el pueblo, nombre y la localización de la cueva para preservar su estado.
Fernando Colón Vázquez falleció en 1950 a la edad de 54 años. Tuvo varios hijos, de los cuales dos pudieran estar vivos con una edad cerca de los 80 años. Es posible que sus descendientes nos puedan dar más detalles sobre la vida de Fernando y el tiempo en que se refugió en la cueva.
Este artículo tiene más información sobre los estudios de las cuevas desde la UPR de Arecibo: Desentrañan los secretos milenarios de nuestras cuevas (Primera Hora, 6 de febrero de 2024).
Este estudio es parte de los esfuerzos del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria (PHL) y el Grupo de Investigación y Educación en Karsos y Cuevas (KCREG) para preservar y estudiar la rica herencia cultural y natural de la isla. Ambos proyectos son iniciativas del Departamento de Física-Química de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo.
Para más información puede contactar al profesor Ángel Acosta-Colón en angel.acosta@upr.edu.
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